Baterías flexibles, ¿por qué no terminan de llegar?
julio 3, 2018|Publicado por: Baterias
En los últimos 5 años hemos sido testigos de un goteo incesante de noticias y novedades sobre nuevos ‘prototipos’ de baterías flexibles. Así lleva ocurriendo desde 2013, cuando LG primero, y luego Samsung, presentaron sus primeros modelos.
Desde entonces, todos los parecen llegar como una novedad, aunque, como vemos, desde hace 5 años que no lo son.
¿Por qué hay interés en desarrollarlas?
Las baterías flexibles tienen múltiples aplicaciones. Una de las más valoradas por los principales fabricantes es su facilidad para adaptarse a todo tipo de ‘gadgets’ o ‘wearables’, sin importar la forma o el tamaño de estos.
Así, aparatos como los ‘relojes inteligentes’ o pulseras digitales se presentan como alternativas muy válidas a los teléfonos inteligentes. Una alternativa que entraría con mucha fuerza en el mercado, también ofreciendo también la posibilidad de crear móviles y pantallas flexibles, además de todo tipo de tejidos y sensores con esta característica.
¿Qué les falta a las baterías flexibles?
Hasta el momento, los desarrolladores han encontrado muchas dificultades para combinar un buen índice de flexibilidad con una alta densidad de energía en baterías de iones de litio, las más utilizadas hoy día.
No obstante, poco a poco también se van consiguiendo modelos más potentes. Y además, con inspiraciones de lo más sorprendente, como es el caso del prototipo presentado por la Universidad de Columbia. Los investigadores se han inspirado en la forma de la columna vertebral humana para conseguir una flexibilidad notable, alta densidad de energía y voltaje estable, sin importar cómo se doble o gire.
Es de esperar que en la próxima década se perfeccionen estos dispositivos para así dar el salto definitivo y permitir su uso habitual en el día a día.