El efecto memoria
mayo 17, 2018|Publicado por: Baterias
Se conoce como efecto memoria a una característica que afectaba a modelos de baterías antiguos. Tras su adquisición, dichos modelos necesitaban de una descarga completa seguida de una recarga al 100% para no perder capacidad. Y de ahí viene el nombre, ya que ‘memorizaban’ el rendimiento que habían tenido en su primer ciclo de carga y pasaban a considerarlo como el máximo de su capacidad.
Es muy probable incluso que lo hayas oído recientemente, ya fuese en una cena familiar o por parte de algún desactualizado empleado de grandes almacenes. Es probable que hasta te lo hayan recomendado para tu nuevo móvil, recién comprado: “Que se descargue por completo y luego cargarlo a tope”.
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El efecto memoria era algo muy a tener en cuenta a principio de los 2000, puesto que no hacerlo suponía reducir considerablemente la vida útil de muchos dispositivos. Por aquel entonces las baterías requerían una especial atención cuando se empezaba a utilizarlas.
Las baterías de níquel-hidruro metálico y las de níquel-cadmio eran las más comunes. Simplificando, se podría decir que eran pilas reconvertidas en baterías recargables. Y, efectivamente, sufrían el efecto memoria.
Sin embargo, con el paso de los años su uso ha ido disminuyendo hasta (casi) extinguirse. Aunque algunos dispositivos aún emplean esta tecnología por su bajo coste, apenas suponen un 3% del total.
En la actualidad, las baterías de litio son las más extensamente utilizadas y no sufren esta problemática.